domingo, 11 de julio de 2010

Dos conclusiones

Ya está, hemos ganado el mundial. España se proclama campeona del mundo por primera vez en la historia de nuestro fútbol. No es como si no hubiéramos conseguido ningún otro mundial de nada antes, pero con el deporte este ya se sabe.

En fin. Oigo millones de vuvuzelas, gente gritando, y veo imágenes de un centro de Madrid absolutamente colapsado por todas partes: calles, plazas, y hasta ventanas se ven teñidas del rojo (con toques amarillos) de camisetas, bufandas, banderas, gorros, pintura... pero esto me lleva a dos conclusiones. Una de la que sentirse orgulloso, y otra de la que no tanto.

Empezando por la buena, para suavizarlo un poco y no parecer un cruel y despiadado bastardo antipatriótico, es que cuando toca, nos unimos. Hoy no ha habido Estatut para los independentistas catalanes, ni reivindicación para los nacionalistas vascos, ni "los inmigrantes a su país", ni rivalidad política. Hoy todos hemos sido españoles y hemos lucido (los que lo han hecho) los colores nacionales. Y es sorprendente que seamos capaz de unirnos todos como hermanos y gritar con todas nuestras fuerzas el "yo soy español".

Pero no nos podemos engañar y quedarnos sólo con lo bonito de ser una nación. Millones de españoles colapsan Madrid mientras escribo esto: Cibeles, Gran Vía, Recoletos. Prácticamente todo el centro de Madrid es como un inmenso corazón latiendo a ritmo de vuvuzelas y cánticos. Cosa que no se ha visto en otras situaciones en las que, personalmente, creo que deberíamos multiplicar por cinco la cifra de asistentes. Por ejemplo, manifestaciones contra el terrorismo. Me parece verdaderamente vergonzoso y triste que seamos un país que se reúne para celebrar la victoria de un equipo de fútbol pero no para denunciar algunos de los mayores crímenes de la historia de nuestro país. 174.824 personas se reunieron entre Colón y Puerta de Alcalá para manifestar su rechazo a la violencia en 2007. 11 millones y medio se reunieron en toda España para declararse en contra del terrorismo tras los atentados de Atocha. Y para celebrar un partido de fútbol (que sí, es muy histórico para el deporte español, pero más histórico fue el 11-M) colapsan todas las ciudades del país por las celebraciones. ¿Cuándo hemos visto a tanta gente reunida defendiendo sus derechos? ¿Y sus ideologías políticas? ¿Y cuántos se levantaron del sofá cuando el gobierno nos quiso mandar a Irak, donde nadie nos llamaba (por citar algo donde deberíamos haber dicho "hasta aquí")? Creo que desde el 2 de mayo de 1808 no sucedía nada similar.

Me parece que en vez de festejar que han ganado en Sudáfrica, deberíamos darnos cuenta de esto y hacer algo por cambiarlo. Que el país se va a la mierda y nosotros ponemos la vista en el mundial de fútbol.

6 comentarios:

Torres Belén fernanda. dijo...

encontré tu blog por ahí xd debe ser eufórico que tu país haya ganado el mundial

saludos

mamarrasho dijo...

los españoles son los q mas mundiales de ciclismo en ruta tienen muy seguidos de los italianos.

Victor dijo...

No compares ni de broma el 11-M con la final del mundial.

Para tu información, debido a tu desinformación gracias al 20 minutos, la manifestación por las victimas electorales de ese atentado fue de un día para otro, cuando Internet no estaba tan de moda como ahora, pero lo tenía mucha gente. Simplemente, salio en la televisión y la gente acudió, de un día para otro. ademas, el silencio de aquella mani créeme que sobrecogía.

Esto es algo que se sabe desde hace días, la fecha, lo histórico. Cierto es que el fútbol mueve masas, pero no compares ciertas cosas que no tienen nada que ver

DdlMoral dijo...

A lo que voy es a que el fútbol mueve más masas que nada en este país, y eso me parece trágico, cuanto menos. Lo he comparado con la manifestación tras el 11-M puesto que hasta ayer mismo no había habido ningún movimiento tan multitudinario salvo, como digo, probablemente el 2 de Mayo hace 200 años.

Anónimo dijo...

me parece mal q te olvides del orgullo tbn

N! dijo...

Estoy completamente de acuerdo con lo que dices. Dejando de lado que no me gusta el fútbol, creo que el fanatismo que provoca (no sólo en España) es de locos y da pena que la gente se implique más en la celebración del mundial que en apoyar causas que son más importantes (básicamente porque tienen que ver con la vida de personas, no voy en contra de ese deporte).