lunes, 14 de junio de 2010

Regret

¿Conoces esa sensación? Seguro que sí, es increíblemente desagradable; te sube por el esófago lentamente y te hace tragar saliva sin ningún motivo aparente. Tienes la certeza repentina de que algo no va bien, y buscas en tu mente cual es el eslabón que falla en la cadena, qué es lo que se te ha olvidado. Y cuando lo encuentras, ese pequeño óvalo metálico que se ha rajado, ves que se ha quebrado la cadena de tu cordura. SABES que has cometido un error garrafal, catastrófico, y te has dado cuenta demasiado tarde (trece meses tarde es muy tarde) y no lo puedes reparar. Ese eslabón seguirá ahí mientras tú continúas la cadena, pero siempre tirarás de él, porque prácticamente lo has roto tú.

Es casi como matar, arrebatar una vida a sangre fría. Como matar algo y no darte cuenta de que lo has matado para siempre, de que has extinguido su llama, hasta que te has limpiado las manos de sangre. Después has hecho el papel de persona modelo y has seguido con tu vida como si nada. Pero un buen día, mientras vas paseando por el pedregoso camino de la vida, te vuelves por ningún motivo en especial y ves lo que has hecho, ves un charco de negra sangre que satura tus sentidos. Ves en lo que te has convertido. Y te entran náuseas.

Pero lo peor es que cierras los ojos y respiras hondo, diciéndote a ti mismo que lo hecho hecho está y esperando que desaparezca esa amargura que te come por dentro, pero no desaparece. Sigue ahí, alcanzándote paulatinamente, perforándote, consumiéndote e incinerándote por dentro. Lenta y dolorosamente, sientes el sufrimiento que te causa la tortura del arrepentimiento. La espera de un perdón que no sabes si quieres recibir, sopesando la posibilidad de seguir flagelándote para siempre esperando que eso sirva para compensar algo de lo que has hecho. Que tu sangre sirva para compensar la sangre de otros.

Pero pase lo que pase, hagas lo que hagas, la oscura ponzoña te envenena y te pudre y te desintegra poco a poco, con cada nuevo recuerdo y cada nueva idea que acude a tu mente. Pero no puedes evitar volver cada poco la vista atrás, deteniéndote a pensar durante cada aliento, que detrás de ti hay un cadáver que los buitres (tú eres un buitre) ya han devorado con ansia (tú también eres un buitre), dejando sólo el esqueleto del (no huyas de ti mismo, tú también has sido un buitre) recuerdo que te atormenta.

Porque sabes perfectamente que tú comiste de esa misma carne y ahora desearías cualquier otra cosa que no sea el dolor de un recuerdo putrefacto de ti mismo.

No sabes lo que tienes hasta que lo pierdes, pero tampoco sabes lo que te has estado perdiendo hasta que lo encuentras.

Qué razón, joder, qué razón.

6 comentarios:

Siesp... dijo...

Cuando uno es consciente de los errores cometidos está forjando su personalidad del mismo material que forja los sueños. Son dolorosos, pero nos hace fuertes.

No nos hace fuertes el error, sino la consciencia del error. Y tú, DF, estás empezando ahora a comprobarlo... ¡hay quien no se da cuenta nunca!

El sentiemiento es lo único que nos queda cuando el corazón se endurece y, por desgracia, acaba endureciendo. Pero mantén siempre vivo el sentimiento.

La narrativa de tu post brilla al mismo nivel que tu consciencia.

Un abrazo.

Naminé dijo...

No se como eres capaz de explicar tan bien algo que es totalmente abstracto. La pena de los errores es que aunque te arrepientas, no van a cambiar.

Jezabel dijo...

Crecer es así. Haces de otros tus víctimas y tú mismo eres víctima de otros.
Todos cometemos errores; pero no todos tenemos el valor de enmendarlos, o tan siquiera de reconocer la culpa. Puede que no cambies lo que has hecho, pero aprendes para no repetirlo en un futuro. Y eso ya es mucho.

B dijo...

Iba a comentar, pero parece que Jez se ha metido en mi cabeza y me ha robado las ideas.

Coincido: a veces nos toca ser víctimas y a veces nos toca "victimizar" a otros...es importante ser consciente de los errores cometidos, generalmente no podrás enmendarlos, pero al menos, si eres listo (y tú lo eres) no los repetirás en el futuro...hay montones de errores nuevos que cometer!!!

DdlMoral dijo...

Muchas gracias a todos... de verdad, al menos me hacéis ver todo esto como algo útil de cara al futuro... y se agradece bastante ^^

Blanco Humano dijo...

No puedo comentar nada, pero no quería no comentar.

Pero te aviso de que cuando crees que has aprendido, te vuelves a equivocar, la vida es una perra.